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sábado, 12 de febrero de 2011

CUENTO ERÓTICO


HISTORIA EN EL METRO

Aquella mañana el despertador sonó de manera diferente en sus oídos, más la chica no le dio ninguna importancia, se levantó restregándose los ojos, como cada mañana y llegó a la ducha casi por inercia, se quitó el tanga y abrió el grifo, el sonido melódico del agua cayendo sobre la bañera le hacía cosquillas, se metió debajo del chorro potente despertando a aquel día fresco de últimos de Noviembre. Acarició todo su cuerpo con la alcachofa de la ducha y se sintió acariciada por miles de dedos masculinos, mientras una de sus manos dirigía el artefacto aquel, la otra amasaba la espuma del gel por toda su piel, desde el cuello hasta los tobillos su mano masajeaba, acariciaba su cuerpo, milímetro a milímetro, comenzó a frotar suavemente su bosquecito perfecto, y uno de sus dedos se abrió paso entre sus labios frotando y lavando bien su rajita recién despierta, siguió acariciándolo y de pronto sonó la segunda llamada del despertador... Uuuff, era tarde ya, y con prisa fue quitando toda la espuma de su cuerpo un poco excitado... Se seco con premura.... salió corriendo desnuda hasta el cuarto y abrió el cajón de la ropa interior, cogió uno de sus tangas, el primero que encontró y se lo colocó sin mirar, luego la falda, el sujetador y la camisa, se calzo unos zuecos de tacón de aguja y volvió al baño... Se maquilló automáticamente, y se peinó casi sin mirarse al espejo... creo que sabía que estaba guapa... cogió el bolso y la carpeta y salió de su casa sin pensar en nada...En el ascensor, su mirada fue hacía el espejo y entonces notó que su mirada era un poco lasciva ese día... y sintió un cosquilleo en su entrepierna, en ese momento tuvo la sensación de que pasaría algo especial. Salió a la calle y se colocó las gafas de sol, fue caminando acelerada hasta la boca del metro, bajó las escaleras casi a saltitos, pasó por la taquilla sonriendo a aquella desesperada que parecía estar esperando un príncipe azul, empujó con morbosidad el barrote de entrada... Ummmmm, en un momento quedaba justo a la altura de su pubis... aceleró el paso aun más, casi corriendo bajó las escaleras mecánicas para llegar al anden... ya estaba allí... aquella figura llevaba días provocando su atención, siempre estaba al otro lado, en el otro anden, y ese día......... Uf... Dios, estaba en el suyo, comenzó a excitarla la coincidencia... ahora no le tenía enfrente, le tenía a 5 metros, a su lado... Se escuchó el silbato y la vocecita ronca... El tren estaba llegando a la estación... sus piernas temblaban, y se colocó para entrar en el vagón... Vio, como él se colocaba para entrar por la puerta de al lado, pero en su mismo vagón... Se abrieron las puertas y entraron, creo que los dos a la vez, y al buscar sitio coincidieron, los dos se colocaron al fondo, justo uno enfrente del otro... Sus ojos no podían dejar de mirarlo, comenzó mirándole los zapatos, unos náuticos blancos preciosos, subió por su pantalón vaquero desteñido y sus ojos se pararon en una entrepierna apretada, en la que creyó ver que algo vivía dentro de ese vaquero, imaginó un slip pegado a sus caderas marcando un sexo casi increíble, duro, caliente, brillante... siguió subiendo por una camisa blanca, impecablemente blanca, arrugada, como las que se llevan hoy día, llegó al último botón que tenía abrochado y observó su pecho, debía ser suaveeeeee… Lo intuía... le hubiera gustado acariciarlo con la punta de sus dedos, amplió su mirada y vio sus hombros perfectos, sus brazos fuertes sin llegar a ser musculosos de gimnasio, aun subió más su mirada para ver su cuello, precioso... y luego su barbilla, sus orejas... se centró y fijó su vista en sus labios, eran carnosos y parecían estar invitándola a besarlos... que digo a besarlos... a comerlos, su mirada se desplazó hacia arriba recorriendo su nariz, pequeña, perfecta y aun más arriba... sus ojos.....sus claros ojos... y allí se quedó anclada cuando descubrió que él le mantenía la mirada... la estaba mirando con aquellos ojos azules, limpios, directamente, por un momento quiso huírsele, pero algo la retuvo en su mirada... comenzaron a indagarse mutuamente, por un momento ella creí derretirse, que la iba a derretir solo de aguantarla, pero su instinto le decía que pasaría algo bonito, así que se abandono a aquellos ojos, mientras sentía que él se abandonaba a los suyos... Ella tenía tres estaciones por delante... y su mente corría como nunca se había imaginado... Sus ojos comenzaron a lanzarle mensajes con prisas, necesitaba saber si le estaba pasando lo mismo que a ella, sentía escalofríos, su piel estaba erizada, sus pezones duros... notaba como se abultaban bajo su camisa, se estrellaban contra el relleno de aquel sujetador de blonda azul, comenzaban a doler con el contacto y entre sus muslos sentía un cosquilleo intermitente, los presiono para contener los latidos que comenzaba a sentir, de pronto el tren frenó... entraba en la primera estación, ella se soltó de la barra y se dejó arrastrar por la inercia hasta él, chocó contra su pecho como si en realidad hubiera sido el impulso de la frenada del tren, sus brazos no intentaron parar el contacto y él... atento, abrió los suyos sujetándola por la cintura, su olor era como el del paraíso soñado, ella cerró los ojos un segundo y todo un mundo de sensaciones atravesó por su mente, un mundo de sueños inundó su cuerpo, sintió un escalofrío escandalosamente placentero, sus latidos se aceleraron y su entrepierna comenzó a sudar, los abrió y directamente le miró a los ojos con deseo, pensó (no sé si es lo correcto, pero joder como deseo a este chico) y se dejó llevar por su instinto, lentamente levantó sus brazos mientras le decía... perdona, uf... ¿Te hice daño?... él, la miró y sonrió con una sonrisa que se clasificaba como XXX, totalmente sensual e incitadora, ella bajo su mirada haciendo ver que se sentía avergonzada, tímida. Y él sin retirar sus manos de su cintura acercó su boca a su oreja y le susurró... eres mi diablillo, hace tiempo que te deseo...

La joven comenzó a sudar, o a sentir, o a imaginar, y él la atrajo hasta pegar su cuerpo, ella sentía el calor de su pecho en su pecho y su aliento en su cuello... sentía como bajo su pantalón, pegado a su pubis latía casi tan incontenible como el de ella (su sexo). Levantó la cabeza y vio como aquellos labios carnosos se acercaban agrandándose hacía los de ella y cerró los ojos... Él la empujó hasta el final del vagón, arrinconándola, su cuerpo estaba pegado al de ella, y sus poros comenzaban a erizarse mientras pensaba y deseaba lo que aquel hombre quería provocar en su cuerpo, sintió como su mano se posaba en su nuca y la acercaba hacia sus labios, pegó su boca a la ella y con su lengua fue abriendo sus labios poco a poco hasta lograr que su boca se abriera para recibir su lengua caliente, cerró los ojos, y sintió como aquella lengua examinaba toda su boca y entonces la de él comenzó a batirse en duelo con ella, intercambiaron aquella saliva llena de deseo... a la vez que sentían como su sexo también comenzaba a babear, ella sentía su tanga más que húmeda... mientras su mano había ido bajando lentamente por su cuello hasta pararse sobre uno de sus pechos, sentía sus dedos buscando su pezón erecto, y siguió besando aquella boca, al abrir los ojos posó su mirada a la de él, lo observó completamente excitado y se pegó aun más a su cuerpo para sentir la dureza de su p??? bajo el pantalón, los dedos de el chico pellizcaron el pezón durante unos segundos, luego su mano bajó hasta la cintura y se metió por debajo de su falda acariciándole un glúteo, lo apretó y lo soltó, sacó la mano y la metió entre sus cuerpos, a la altura del pubis, con sus dedos levantó poco a poco la falda y... Las piernas de la muchacha reaccionaron con ansiedad, casi sin darse cuenta ella las abrió para facilitar que su mano se metiera entre ellas, notó su calor por encima del tanga, y él tocó suavemente la tela mojada... acercó su boca a su oreja y mientras lamía y mordisqueaba su lóbulo ... le dijo: Nena, estás muy mojada... me gusta verte y sentirte tan caliente... Con un dedo separó el tanga... y rozó suavemente el vello púbico, entonces ella recordó que estaban en un vagón del metro, y levantó la mirada por encima de su hombro... de toda la gente que iba en el vagón, solo una mujer se había dado cuenta de lo que estaban haciendo, sus ojos se encontraron con su mirada y la notó excitada, casi le rogaba con los ojos que continuaran, la mujer sentada presionaba sus piernas mientras las manos estaban posadas sobre ellas. Sin embargo, la chica estaba deseando que el metiera los dedos en la rajita ardiente, necesitaba que la masturbara sin piedad... y quería que aquella mujer viera como aquel hombre la hacía temblar, intentaba ahogar sus gemidos, y para ello pegaba la boca a la suya, chupándosela frenéticamente...sin dejar de mirar a los ojos de aquella mujer... él comenzó a abrir sus labios con dos de sus dedos y las piernas de ella se abrieron aun más.... sentía como si una cascada bajara por sus muslos...

La mano de ella empujó la suya haciéndole meter uno de sus dedos en la gruta ya tan mojada que incluso unas gotitas cayeron al suelo del vagón, luego ella desabrocho la cremallera del vaquero y metió la mano buscando su p??? tan duro como una roca... le desabrochó el botón y bajó su slip para dejar totalmente libre aquel falo hinchado... le bajó la piel y sentía en la mano sus fluidos de deseo... sus dedos mojados comenzaron a jugar con su glande acariciando sus bordes y jugueteando con su frenillo, luego la mano se cerró alrededor de su p??? y comenzó a subir y bajar su piel... despacio, lentamente mientras le miraba a los ojos y sentía como ahora ya eran dos de sus dedos los que entraban en la cuevita babosa... él comenzó a acelerar el ritmo y al mismo tiempo la mano también batía aquel miembro más deprisa, la mujer los miraba con ojos desorbitados y sus manos se escondían ahora bajo su falda, se abrió de piernas y se veía como metía sus dedos bajo las faldas y comenzaba a restregarse el coño con vehemencia... mientras se chupaba y mordisqueaba el labio inferior, a la vez las manos de ellos aceleraban más y más, mientras restregaban sus pechos apretándose hasta casi hacerse daño... de pronto, él mordió la oreja de ella y sacó de un golpe sus dedos, en ese momento ella sintió como si la vaciará y un escalofrío le recorrió toda la espalda... y gemía con la boca apretada a la de él... La mano de ella chorreaba sintiendo los latidos de su p??? mientras se vaciaba y caía al suelo caliente. La mujer se retorcía en el asiento intentando contener sus gemidos... Los chicos estaban en éxtasis, luego se miraron… los tres, sintiendo una sensación tan agradable que les daba igual si alguien más los había observado... él sacó su mano de la tanga y la puso en el pecho de ella... se la secó con el sujetador y sacó un kleenes de su bolsillo y lo pasó entre los dos hasta la mano de ella, luego sacó otro y con él se envolvió el p??? que comenzaba a hacerse pequeño... se lo guardó bajo el slip cerró su cremallera, mientras la besaba mirándola a los ojos... la mujer los miró y con su boca hizo un gesto de lanzarles un beso y se le veía en los labios un...Gracias... me habéis hecho sentir... La chica movió sus caderas para que el tanga se colocara en su sitio y le miró a los ojos... sonrío con malicia y le dijo suavemente: Encantada de haberte conocido... él le respondió: Igualmente preciosa... en ese momento el tren comenzó a frenar justo en la estación de ella... Se separaron y cada uno se dirigió a la puerta preparándose para salir, la mujer también se levantó y se colocó en la puerta más allá, lanzándole a ella una gran y amplia sonrisa... la joven también sonrío y fijó su vista en la puerta esperando a que el tren parara y se abriera... Ella sentía la mirada de él clavada en su espalda, pero ella no se voltio... El tren se paró y las puertas se abrieron con su sonido hidráulico... Ella bajó y se quedó quieta, de espaldas al vagón, respiro profundamente... y cuando escucho el silbato de partida, dio la vuelta, miró dentro del vagón....... y él ya no estaba ahí... cerró los ojos y los volvió a abrir... escudriño todo el espacio que las ventanillas le dejaban ver mientras el tren se marchaba y no estaba... no estaba, volvió a cerrarlos y pensó... quizás ha sido solo un sueño... parpadeo y miró a su alrededor... la mujer estaba sentada en un banco con el bolso sobre las piernas buscando algo dentro de el... sintió su mirada y levantó la suya, la miró como si no la hubiera visto nunca... Entonces, se dijo para sus adentros... ha sido un sueño... ha sido un sueño... e instintivamente llevó su mano entre las piernas... estaba mojada… completamente mojada, metió la mano en el bolso para coger un chicle... y su mano tocó un kleenes arrugado, se sorprendió porque ella no usa kleenes... ¿Acaso fue un sueño?.


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